Tenemos que empezar a apreciar la belleza del equilibrio. Dejemos de pensar en los negocios por un lado y la filantropía por otro, empecemos a pensar en hacer buenos negocios. Así vamos a cambiar el mundo. Es el único futuro sostenible.
1.- La conciencia del riesgo. ¿Qué significa eso? Creemos que siempre se deben entender los riesgos que se están tomando, y no invertir en cosas que no entendemos.
2.- Hablar claro, en decir las cosas como son, usando lenguaje llano que la gente entienda, contándole a la gente las desventajas así como los pros potenciales e incluso las malas noticias que nadie quiere dar como nuestra falta de confianza en la sostenibilidad del sector financiero
3.- Capital emocional. Hacer la debida diligencia emocional es tan importante como hacer la debida diligencia financiera. En realidad son personas las que ganan y pierden dinero, no planillas de Excel.
4.- Ganancias con principios; nos preocupa cómo obtenemos la ganancia. Por eso si bien queremos una ganancia para nosotros y para nuestros clientes, estamos dispuestos a hacerlo con una visión de largo plazo. Y nos gusta tener una definición más amplia de las ganancias que sólo el beneficio económico del próximo trimestre. Por eso nos gusta ver ganancias más beneficios sociales y ambientales positivos cuando invertimos.
5.- Pensamiento revolucionario. Sigo optimista, creo en las personas, y sé que los consumidores son cada vez más conscientes y que van a empezar a votar con sus billeteras y le van a cambiar la cara a los negocios y a las finanzas desde afuera si no lo hacen desde adentro.
6.- Diversidad, incorporar ideas tradicionalmente vinculadas a la forma de pensar femenina a la gestión financiera de nuestro sistema, evidentemente en quiebra. No somos iguales. Y eso es genial; gracias a nuestras diferencias creamos y sostenemos la vida. Así que deberíamos abrazar las diferencias y buscar el desafío.
5.- Pensamiento revolucionario. Sigo optimista, creo en las personas, y sé que los consumidores son cada vez más conscientes y que van a empezar a votar con sus billeteras y le van a cambiar la cara a los negocios y a las finanzas desde afuera si no lo hacen desde adentro.
6.- Diversidad, incorporar ideas tradicionalmente vinculadas a la forma de pensar femenina a la gestión financiera de nuestro sistema, evidentemente en quiebra. No somos iguales. Y eso es genial; gracias a nuestras diferencias creamos y sostenemos la vida. Así que deberíamos abrazar las diferencias y buscar el desafío.